El cuento original de Gogol 'Diario de un loco' es el relato de la vida de Axenty Ivanovich Poprishchin, un funcionario de la burocracia ucraniana que, a través de las anotaciones en su diario íntimo, va mostrando como en medio de la rutina de su labor y las pequeñas humillaciones que sufre en su vida, van surgiendo preguntas trascendentales, y la indomable necesidad y la imposibilidad lógica de encontrar respuesta a estas preguntas hace que nuestro antihéroe se suma en un estado erotomaniaco que progresivamente adopta tintes delusivos.
En la adaptación para la escena costarricense la estructura básica se mantiene y se hace referencia directa al sistema burocrático nacional representado en algunas de sus instituciones, como municipalidades y ministerios.
Nuestro personaje “Varguitas” es un oficinista ministerial de cuarenta años, apasionado de la lectura y los espectáculos escénicos como la ópera y el teatro, desde hace unos días atrás (no sabemos cuantos) ha empezado a ver y escuchar cosas que no había visto nunca, como él mismo nos cuenta:
“He de confesar que desde hace algún tiempo a veces oigo y veo cosas que nadie vio ni oyó jamás”
Simultáneamente empieza a cuestionarse el verdadero valor del hombre. ¿Porqué existen las diferencias de clases?, ¿Qué hace a alguien ser más valioso que otro ser humano si todos somos creados iguales? ¿Por qué es censurado el soñar? ¿A quién ama la mujer?
“¡Qué me importa que sea un millonario! Esto no es nada. Por ser él un millonario no le va a salir otro ojo en la frente ni va a tener una nariz de oro, sino que la tiene igual que yo y que todos los demás mortales; pero no come ni toma con ella, sino que huele y estornuda como todos. Ya en diversas ocasiones quise averiguar de dónde provenían semejantes diferencias entre ricos y pobres. ¿Por qué he de ser yo un oficinista, porqué motivo? Puede que yo sea algún millonario incógnito, y que sólo estoy haciendo que soy un oficinista Quizás ignore yo mismo quién soy.”
En su obsesiva búsqueda “Varguitas” descubre que él en realidad es el rey de España, renuncia a su trabajo y espera que la comitiva española venga por él, sin embargo en lugar de eso es llevado al hospital psiquiátrico donde tratan de “curarlo” de su enfermedad mental. Varguitas cree que está en el reino Español y que este trato inhumano es debido a las reglas de caballería. Al final en un momento de lucidez recuerda quien es y que está haciendo y clama por regresar a casa.
La pregunta que queda en el aire es la misma pregunta que se hizo Einstein un día;
“¿Seré yo el que está loco o serán todos los demás?”
La respuesta es personal y diferente para cada quien, y nos toca a cada uno responder a ella.
En la adaptación para la escena costarricense la estructura básica se mantiene y se hace referencia directa al sistema burocrático nacional representado en algunas de sus instituciones, como municipalidades y ministerios.
Nuestro personaje “Varguitas” es un oficinista ministerial de cuarenta años, apasionado de la lectura y los espectáculos escénicos como la ópera y el teatro, desde hace unos días atrás (no sabemos cuantos) ha empezado a ver y escuchar cosas que no había visto nunca, como él mismo nos cuenta:
“He de confesar que desde hace algún tiempo a veces oigo y veo cosas que nadie vio ni oyó jamás”
Simultáneamente empieza a cuestionarse el verdadero valor del hombre. ¿Porqué existen las diferencias de clases?, ¿Qué hace a alguien ser más valioso que otro ser humano si todos somos creados iguales? ¿Por qué es censurado el soñar? ¿A quién ama la mujer?
“¡Qué me importa que sea un millonario! Esto no es nada. Por ser él un millonario no le va a salir otro ojo en la frente ni va a tener una nariz de oro, sino que la tiene igual que yo y que todos los demás mortales; pero no come ni toma con ella, sino que huele y estornuda como todos. Ya en diversas ocasiones quise averiguar de dónde provenían semejantes diferencias entre ricos y pobres. ¿Por qué he de ser yo un oficinista, porqué motivo? Puede que yo sea algún millonario incógnito, y que sólo estoy haciendo que soy un oficinista Quizás ignore yo mismo quién soy.”
En su obsesiva búsqueda “Varguitas” descubre que él en realidad es el rey de España, renuncia a su trabajo y espera que la comitiva española venga por él, sin embargo en lugar de eso es llevado al hospital psiquiátrico donde tratan de “curarlo” de su enfermedad mental. Varguitas cree que está en el reino Español y que este trato inhumano es debido a las reglas de caballería. Al final en un momento de lucidez recuerda quien es y que está haciendo y clama por regresar a casa.
La pregunta que queda en el aire es la misma pregunta que se hizo Einstein un día;
“¿Seré yo el que está loco o serán todos los demás?”
La respuesta es personal y diferente para cada quien, y nos toca a cada uno responder a ella.